29.11.07

Miguel

Miguel es mi primo, bueno, no mi primo sanguíneo, pero es como si lo fuera. El es una persona alegre, cordial, muy trabajador y lo principal con un gran corazón.

Yo lo conocí en el funeral de mi abuelo Federico, de eso hace ya 15 años, ese parecería no ser el mejor lugar para conocer a alguien, pero yo creo que el destino hizo que él junto a sus hermanos estuvieran ahí esos días. Ahhh bueno, Miguel es el mayor de tres hermanos, los otros dos son grandes hombres también como él, son Marcos y Juan Carlos, pero hoy quiero hablar de Miguel.

Esos días del funeral de mi abuelo, toda la familia estaba muy triste obviamente, mi abuelo era un ser increíble, lleno de historias y con una inteligencia a toda prueba... en fin, esos días Miguel y sus hermanos fueron muy importantes para mí, porque me hicieron compañía y llenaron un espacio que sino hubiese sido de infinita soledad y pena.

Con el tiempo Miguel se ganó todo mi cariño y mi respeto, él y sus hermanos trabajaban en Quicaví, de donde es la familia de mi mamá, y con todo su esfuerzo salían adelante cada día, trabajando en el mar, que a veces fue amable con ellos.

Miguel era el mayor y era un poco el jefe de estos hermanos, que se fueron transformando poco a poco en parte de mi familia. Como una novela de esas bien mejicanas mis tres primas pololeaban con los 3 hermanos.

La felicidad fue máxima para mí, cuando mi amigo y hermano Miguel se casó con mi prima Marcia en Chiloé, en una fiesta donde lo que menos faltaba era la felicidad, la comida y la bebida, la verdad es que no recuerdo alguna celebración donde se haya comido tanto, habían carnes de todos los tipos, mariscos, pescados, no sé, todo las cosas que se puedan imaginar que pueden estar presentes en esa bella isla chilena.

Miguel estaba feliz ese día, el quiere mucho a mi prima y ella lo quiere a él, y así formaron una familia, tan feliz como puede ser una familia normal, con sus altibajos, pero unidos, yo creo que muy unidos.

Así cada año que pasó después de eso, yo lo sentía como un hermano, bueno como no tengo hermanos no se que se siente, pero algo así, alguien muy cercano. Debo reconocer que la Marcia y Miguel son mis primos más queridos y cercanos, con ellos me siento como en casa, como cuando uno conoce a alguien sin necesidad de estar todos los días con ellos.

Y nació Aracely Belén, una bella niña que ahora tiene como 5 años y que va a empezar a ir al colegio y que es la delicia de mi primo Miguel. La última vez que hablé con él le dije que no la regaloneara tanto, porque sino se iba a colocar muy "mañosa", espero que no me haya escuchado.

Cuando la bautizaron, hace algunos años atrás, sus padrinos iban a ser unos amigos de la Marcia, pero inexplicablemente el padrino, que no recuerdo su nombre, desapareció el día del bautizo, creo que salió a uno de esos carretes que no terminan en varios días... nunca vi a Miguel enojado por eso, aunque debería haberlo estado, yo me hubiese enfurecido, pero él no. En el último momento decidieron que fuese Marcos el padrino, junto a la señora del desaparecido beodo, Marcos es hermano de Miguel y ahora que ya han pasado unos años de eso, pienso que fue lo que mejor le pudo pasar a la Belén y que el destino hace a veces cosas que uno entiende sólo con los años.

Miguel y Marcia a esas alturas estaban viviendo en Puerto Montt, en una hermosa casa construida con su esfuerzo y trabajando ella en el Poder Judicial y él en una empresa dedicada a reparar y colocar redes para las salmoneras y muchas otras cosas más, bueno todo relacionado con la cría de salmones.

Miguel había logrado ser el capitán de uno de esos barcos que navegaban más al sur y tenía a su cargo a la tripulación, eso se lo ganó a través de su esfuerzo y empeño y yo creo que de verdad el mar corría por sus venas.

Así pasó el tiempo, antes de casarme, cuando aún vivía en Concepción, Miguel y Marcia nos visitaron y pudimos compartir un par de tragos y una grata conversación, esa fue la última vez que lo vi.

A los meses después yo me casé, pero ellos no pudieron venir a mi matrimonio porque la Marcia tuvo un problema de salud, por suerte que de eso se recuperó. Al año siguiente fui con mi esposo César a Chiloé, pero no pude ver a Miguel, porque como un buen trabajador andaba embarcado por Puerto Chacabuco.

Y pasaron más años, yo en Curicó viviendo y ellos en Puerto Montt, no se porque el nexo fue declinando, tonteras de la vida, de las que ahora me arrepiento tanto, pero por un par de años perdimos el contacto.

Y yo me vine a Canadá con César hace más de un año, así que la distancia era aún mayor. Pero hace cerca de dos meses, para Fiestas Patrias, mis papás viajaron a Chiloé para ver a mi abuela Adela, que estaba delicada de salud en ese momento. Marcia le pidió mi correo de Internet a mi mamá para escribirme y retomar nuestras conversas y nuestra cercanía.

Hace un mes atrás que estamos en contacto, le escribo a Miguel y a la Marcia y un día hasta pude conversar con Miguel por el MSN, ¡que buen invento ese!

Me reí mucho con él, como lo haciamos cuando yo estaba en su casa en Puerto Montt o en Chiloé, era como que el tiempo no había pasado, él es tan divertido y buena gente, que de sólo acordarme de él se me llena la cara de alegría.

Mi abuela lamentablemente falleció el 21 de noviembre pasado, con mucho dolor en mi corazón tuve que aceptar que nuevamente partía alguien de mi familia estando yo tan lejos. Fue muy triste, mis papás viajaron a su funeral, pero Miguel no pudo ir porque tuvo que trabajar y nuevamente andaba por Puerto Chacabuco.

Como por arte de magia han pasado 15 años desde la muerte de mi abuelo hasta el fallecimiento de mi abuela, ambos murieron a los 89, que increíble, mi abuelo falleció un 23 de noviembre. Y Miguel falleció el 25, aún no puedo aceptar su partida. El llegó a mi vida en un funeral, y ahora esa luz se apagó en otro funeral. No creo que nadie entienda porque estoy tan triste, pero en mi corazón para toda mi vida guardaré el recuerdo de este gran hombre, que sin quererlo marco mi vida. Con él se entierra una parte de mi pasado y algunos pequeños secretos, lo que más lamento es que no pudo ver crecer a su hijita amada, pero si está en mi hablarle algún día de su papá lo haré con gusto y con todo el cariño que le tengo y le tendré siempre.

Estoy quebrada por esta partida, no se si la pueda asumir por lo pronto... en mi mente tengo sus recuerdos y ninguno es triste, son todos alegres...

El murió en el mar, tal vez como debía ser, no se, sólo espero ahora que sus restos puedan descansar en paz.

Miguel te quiero mucho y nunca te olvidaré!

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Pucha lo siento demasiado si el amor de un hermano es especial y como lo describes fue un hermano para ti, fuerza y ten fe que has ganado otro angel que te cuidara.
Un beso desde Chile.
Cariños

6:26 p. m.  

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